LA ATENCIÓN
Por: jeanne de salzmann
Por: jeanne de salzmann
La atención es la
fuerza consciente, la fuerza de la conciencia.
Es una fuerza divina.
La búsqueda es el
contacto con una energía que viene de las partes superiores de nuestros
centros.
Algunas veces tenemos
una intuición más o menos fuerte de esto.
LA ACCIÓN DE LOS
CENTROS SUPERIORES………
Esa intuición es la
acción de los centros superiores sobre nosotros, de los cuales nos separa el
apego a nuestras funciones.
Cuando se experimenta
dicha acción, ésta afecta al cuerpo, que recibe entonces sensaciones más
sutiles y más estimulantes.
Afecta al
pensamiento, que se vuelve capaz de mantener bajo su mirada el presente, lo
inmediato.
Afecta a la emoción,
que experimenta un sentimiento nuevo.
Pero esa acción, que
viene de los centros superiores, no debe ser esperada desde fuera, ni llevada a
la fuerza por una función cualquiera de los centros inferiores.
Para que mi cuerpo,
mi pensamiento, mi psiquis puedan sentir esa acción y ser influenciados por
ella, hace falta un cierto estado de disponibilidad.
Aquí está el
obstáculo.
Es necesario que la
calidad de la energía de los centros inferiores corresponda a las vibraciones
de los centros superiores.
De otra forma la
relación no se establece y los centros inferiores no sirven para expresar la
acción de los centros superiores en el plano de la vida.
No sirven como
intermediarios, no son llamados a servir.
En consecuencia, no
tienen actividad consciente y no sienten la necesidad de purificación.
¿Por qué no se
produce esa relación con los centros superiores?
¿Es tan dificil?
Es porque los centros
inferiores no tienen relación entre si, no tienen una meta común, un interés
común.
No sienten la
necesidad de un acercamiento.
Y eso porque uno no
ve, uno no padece la experiencia de su aislamiento y de lo que eso implica.
Pero para que haya
una transformación es necesaria una atención total; es decir, una atención que
venga de todas mis partes.
Mi pensamiento, mi
sentimiento y mi sensación deben estar juntos.
En el principio, en
el Absoluto, hay tres fuerzas y esas tres fuerzas se acercan unas a otras y
forman un todo para conocerse.
Permanecen unidas y
nunca se separan.
Es en el acercamiento
de esas fuerzas que algo nuevo puede aparecer.
Sin embargo, a partir
del Absoluto hay una proyección que, sin unidad, crea movimientos mecánicos y
divisiones.
En el hombre todo
vive de una manera separada, aislada.
Uno existe como una
máquina.
UNA PRESENCIA………
No obstante, uno
tiene la posibilidad de existir unificado como una Presencia.
Cuando un todo
relativo puede ser sentido, es posible ser consciente.
Para mantener esa
unidad hace falta un movimiento sostenido y es ese movimiento el que pierdo
todo el tiempo.
Las leyes del
universo están ahí y actúan sobre nosotros.
La meta es que todas
las fuerzas, que están dentro de nosotros mismos, se vuelvan hacia un centro y
formen de nuevo un todo.
Es el movimiento en
el sentido ascendente que debemos aprender.
Pero todo lo que está
abajo nos retiene.
Todo debe ser
purificado.
En ese acercamiento
la energía adquiere una calidad diferente.
La meta de ese acercamiento
es ¡poder ser!
jeanne de salzmann
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