UN NUEVO CONOCIMIENTO ES NECESARIO
Por: jeanne de salzmann
El trabajo psicológico aporta una enseñanza que exige el
esfuerzo consciente en lugar de la obediencia. Una idea fundamental: todo
sucede en el sueño.
Uno no puede ver nada en el sueño.
No puede tener ninguna dirección voluntaria.
Dependemos completamente de las influencias exteriores y
estamos sometidos a las reacciones automáticas de nuestro
funcionamiento.
Es la esclavitud total.
No hay ningún principio superior, ningún principio consciente
en nosotros.
El hombre tiene la posibilidad de despertarse de ese
sueño, de despertar a lo que viene de lo alto, de ser.
El medio para ello es la atención.
En el sueño, la atención está tomada.
Hay que liberarla y volverla en otra dirección.
Es la separación del «ser» y del «ego».
Es la fuerza activa opuesta a la fuerza pasiva, la lucha
del si y del no.
Esta movilización de la atención es el primer cambio
hacia la posibilidad del recuerdo.
Sin una atención diferente, uno sólo puede ser automático.
Con una atención voluntariamente dirigida, uno va hacia la
conciencia.
Al dividir su atención, uno puede empezar a observarse.
La observación de sí siempre debe estar relacionada con la
idea de los centros, de su funcionamiento automático, de su falta de
relación.
Nuestros tres centros —la mente, el cuerpo, el sentimiento—
trabajan con energías diferentes y su disposición determina las
influencias que nos llegan.
Podemos recibir algo de las influencias superiores, más
finas, sólo si nuestros centros están colocados de una cierta manera.
Si estamos completamente bajo el poder de las influencias
inferiores, las más altas no nos llegan.
Todo depende de la calidad de las influencias a las que
obedecemos, superiores o inferiores.
Tal como somos, cada influencia produce el tipo de
reacción que le corresponde.
Las emociones negativas son una negación en un nivel muy bajo.
Si nuestras reacciones están en un nivel bajo, lo
que recibimos también está en un nivel bajo.
Necesitamos aprender a obedecer a la ley que gobierna las fuerzas
superiores y someter conscientemente nuestra voluntad a ellas.
El momento de conciencia es un momento de voluntad.
Un nuevo conocimiento es necesario, un saber nuevo que
pueda llevarnos al conocimiento del hombre, a un cambio del ser, al crecimiento
anímico.
La ciencia sobre la que se basa el trabajo psiclógico es
muy antigua, es una ciencia olvidada.
Estudia al hombre no tal como es o tal como cree
ser, sino como puede llegar a ser.
Esa ciencia ve en el hombre una posibilidad de
crecimiento y en ella se estudian sus hechos, sus principios y sus leyes.
Es desarrollo de ciertas cualidades que no pueden
desarrollarse por si mismas.
Sin esfuerzo y sin ayuda, la evolución es imposible.
Requiere un esfuerzo consciente y una visión.
El conocimiento es el conocimiento del todo.
Uno sólo puede recibir fragmentos que después debe
relacionar.
Quizás entonces uno se vuelva capaz de encontrar su lugar
justo en una comprensión total.
Hay que vivir el trabajo psicológico.
En el trabajo para estar presente, necesito primero
encontrar momentos cotidianos de retiro y recogimiento.
Entonces, debo llegar a ser capaz de tener momentos de observación de mi
identificación con la fuerza de la vida y de encontrar el lugar donde
mi atención puede estar entre los dos.
jeanne de salzmann
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